martes, 19 de julio de 2011

Doma (Letanías al silencio).




Es quien se oculta en los pechos soñadores,
y en su nombre reina el resentimiento,
es quien vive del temor trémulo de pecadores,
y en las sombras de la voz mata al sentimiento.

¡Oh tú reina de los secretos!,
emperatriz de los corazones rotos,
legisladora de las leyes morales,
prohibición de ideas trascendentales.

¡Oh tú demacrada dama del miedo!,
alimento que engorda al orgullo,
tú quien propaga la soledad,
ten compasión del canto humildad.

Eres quien reside en profundos pozos,
la que ensancha las rivalidades,
 la que distancia a los amantes,
la que destruye largas amistades.

Por ti murieron inocentes por millones,
 tú que callas las otras verdades,
y que solo imprimes las mentiras,
tú que estableces y dictas apariencias.

***

Duquesa de la censura, inmutable sentencia,
cáliz de amargo vino, en mudeces con inclemencia.


¡Oh tú diosa de todas religiones!,
ídolo de naciones por legiones,
consuelo de las máquinas humanas,
y que a la poesía ahora envileces.

¡Oh tú campeona de campeonas!,
vencedora del tiempo y del espacio,
sólida y poderosa musa intimidante,
ten compasión del sonido indisoluble.

Faraona quemadora de libros y lenguajes,
tú la que hace esperar al valiente,
sin que su fe tenga alguna valía,
haces al tiempo entonces sollozar.

Tú eres la que acaba con la infancia,
la que pone final a la inocencia,
y que a la curiosidad suprimes,
como a la creatividad deprimes.

Solo tú demonio, mil veces maldita por las lenguas,
solo tú demonio, mil veces maldito sea tu nombre,
solo tú demonio, mil veces sin garganta y sin oídos,
solo tú maldita, incógnita Regina, sirena, ángel del silencio.

Jueves 7 de julio 2011

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