martes, 16 de julio de 2013

Virgo



Para Sputnik, mi amor:

Quién es aquella figura, la frágil columna,
la que de noche despierta y regia fulgura,
que polveadas pestañas de tremor enteras,
y del reloj que congela, ladrillos estiba?

Ahora se filtran recuerdos,
que infligen rachas frías
en supersticiosos momentos,
para cavar insidiosas minas.

Pero tan dulce resulta
tratar de ir incinerando pinturas,
que la silueta evita errar
trazando en canon más nervaduras.

Guiando entre peñas desciende
a la verdura creciente de julio,
Qué polvo dura bajo septiembre
luego que el cielo enuncia su exilio?

Al sur de la frontera no hay sol naciente,
cuando toma de la tierra semilla hirviente.

Y la figura encarna de lo que yermo fuera,
palpitante y ebrio inicio de la nueva era.

Y a veces...
como el mayate,
muere pecho al cielo,
sonríe...
ora contracorriente.


Ángel E. Mora Ruiz.
12.julio.2013

miércoles, 10 de julio de 2013

Hipermnesia



He ahí la hojarasca esperando y,
bajo el dintel del infierno soles desangrando,
 la ciencia adquiere tono de costumbre,
bajo la palanca y escurre la herrumbre.

Allá las estrellas mirando mudas,
mientras estáticas precenciamos
la continua yuxtaposición de las modas,
va y viene la luna sobre el sol
y su teatro ha sido constructo
de túneles sin escenario,
y butacas donde hubiese backstage.

Nada queda y no se olvida,
a veces dormito en jardines arcillosos,
donde las venas citadinas descargan
la grava y arena, contra el tiempo,
ya ha segundos restregada,
cuando las arterias ya no nutren
de vida los toneles familiares.

Encuentro una nave industrial,
a medio construir o abandonada,
 de esa herida extraemos sal,
a cielo abierto y desgarrada.

Y a la casa de mi abuela se ha 
mudado el vacío, y La Curva
se ha llenado de opulencia,
y el La Troje la maleza ha entronado.

El olvido corrió tras la polvareda,
vuelta tras vuelta y en ningún
hotel se queda.

H24




Canta la cigarra desde el
calor de las sombras rotas,
bajo el cenit del reflejo
hecho carne reticulada.

Como un eco radiactivo,
o el humo sobre escombros,
o el baldío vuelto milpa
por alguna mano penitente.

Como el aire que sofoca el pinacate, 
primavera longeva, raíz de cielo,
cúmulo adormilado y calmo horizonte,
el ejército zumba tras un delgado velo.

Y luego de mil horas sucede la lluvia,
que suspende la sangre y su flujo,
mientras dura la batalla libro del sueño,
siendo tan pequeño dormir vuelve un lujo.

El tránsito nocturno perece
sin notar la tela arrinconada,
 tras mi ventana luego amanece
 dejo amarillo de boca salada.

Bellas esmeraldas contonean
bajo el trópico de cáncer,
lento respira el pirúl cuando
tarda el cielo ennegrecer.




miércoles, 20 de marzo de 2013

Lo paraíso



Para Sputnik, mi amor:

Alto sus canas peina, hielo tejido
bajo sus mares jamás se despega,
flores blancas vuelan entre amarillas,
y desliza inquieta una gota, un quejido...

... o si fuera éter aquel que restrega,
su intento ligero de hacer guerrillas...

Pero los pastos tierra dentro huyen,
buscando en ella seno en cual inhale;
mañana del ático soñado te alejan,
palmera helada, no hay hebra que jale.

Es tan fuerte la espiga que aguanta
al colibrí suspendido, declina al norte,
y un suspiro encantador que intenta
dar refugio al grano, del clima de muerte.

Hay armas tan suaves, que cubren
con calidez vespertina, quizá otoñal...
destilan tan altos cirros, que nutren
un baile violento, sin temores ni final.


Ángel E. Mora Ruiz.
 


jueves, 28 de febrero de 2013

Desolation row (Renglón vacío)





¡Ay la gran marcha!...
como el suero que desliza bajo el látex,
o el cerumen que acumula con el
adagio de los copos al flotar...

Es así el triunfo del polvo,
dos carriles en verde, dos en ambar,
y cuatro en rojo a la luz de la
vieja nodriza; ¿que trazo al caminar?

Alegría reforzada con adviento,
del therion bautizado en contratiempo,
y el cigarro consumido por el viento,
¡qué interno bauhaus contemplo!

Mientras tanto sedimenta un aceite
de peso ilusorio,
sobre el telón que intenta hacerte
del todo imaginario.


Ángel E. Mora Ruiz.

Yestli (Sangre nueva)



(A Sputnik, mi amor)

Cada puerta tiene su maña:
pegar la masa a sus paredes,
chispa original, fuego encapsulado
que incita a henchirse con saña;
bermejo fluido de cócteles,
siesta del felino enrollado.

Deseas campos de fresas eternos,
obteniendo escasas estrellas lácteas:
La semilla en el suelo negro y
el huevo sobre el campo magro,
moldes sin masa por Dios desdeñados...
prometedor veneno según lo veas.

Semita y café cual arenosa perfección,
cáliz vítreo de inmersión alcoholémica,
rizos que flotan imitando en compasión,
que despierta tratando la senda académica.


Ángel E. Mora Ruiz. 12/Enero/2013


jueves, 14 de febrero de 2013

Amotlapaltik (Cobarde)





Su timidez: equipaje nómada, 
señal que lo introduce antes del saludo,
un lastre quizá, 
o un cuerpo extraño en un mundo homogéneo...

-Aquí no es tu casa niño- 

Cierra la puerta con furia,
nada sale, afuera es mucho el ruido.

... es mucho el calor,
y malo el aire.

Su andar reniega de la recta, 
reniega del orden, de las subidas y bajadas,
de los tricolores centinelas,
auto-artífices de movimiento...

- ¿Dónde ha quedado el verde?-

Nada está prohibido, nadie es indispensable,
por eso en su jaula pronto se protege.

... duerme en abulia,
se ahoga en la flema.


Ángel E. Mora Ruiz. 30/10/2012