miércoles, 10 de julio de 2013

Hipermnesia



He ahí la hojarasca esperando y,
bajo el dintel del infierno soles desangrando,
 la ciencia adquiere tono de costumbre,
bajo la palanca y escurre la herrumbre.

Allá las estrellas mirando mudas,
mientras estáticas precenciamos
la continua yuxtaposición de las modas,
va y viene la luna sobre el sol
y su teatro ha sido constructo
de túneles sin escenario,
y butacas donde hubiese backstage.

Nada queda y no se olvida,
a veces dormito en jardines arcillosos,
donde las venas citadinas descargan
la grava y arena, contra el tiempo,
ya ha segundos restregada,
cuando las arterias ya no nutren
de vida los toneles familiares.

Encuentro una nave industrial,
a medio construir o abandonada,
 de esa herida extraemos sal,
a cielo abierto y desgarrada.

Y a la casa de mi abuela se ha 
mudado el vacío, y La Curva
se ha llenado de opulencia,
y el La Troje la maleza ha entronado.

El olvido corrió tras la polvareda,
vuelta tras vuelta y en ningún
hotel se queda.

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